Los efectos del ‘Brexit’ para América Latina

Agosto 29, 2016

Los efectos del ‘Brexit’ para América Latina

August 29, 2016

Ángela Merkel parece un poco preocupada con la salida de Inglaterra de la zona euro, pero de verdad ¿lo estará? En declaraciones recientes realizadas en Varsovia ha manifestado que los “ciudadanos solo aceptarán una Unión Europea que haga todo lo posible por prosperar”. Además, agregó que la salida del Reino Unido del bloque europeo podría suponer el “punto de ruptura” para la Unión Europea.

Es cierto que Gran Bretaña nunca quiso formar parte de esta unión, pues desde sus inicios siempre puso traspiés e impedimentos con el fin de sacar la mejor ventaja a los tratados que regulaban este matrimonio. Ahora, abanicados con vientos autonómicos, de nacionalismo y de vuelta a políticas locales, permitieron realizar un referéndum no necesario ni obligatorio con resultados bastantes pronosticables que ha sumergido a ese país en una vorágine económica con posibilidades de contagios peligrosos para sus vecinos, sin perjuicio de que el brexit pueda ser interpretado como un fracaso en los modelos de integración regionales provocando el regreso a políticas de aislamiento y proteccionistas, ya no solo en Europa sino también en América Latina. Así las cosas, la canciller Merkel sí tiene razones para alarmarse.

Sin embargo, los que tienen mayores problemas inmediatos no son los europeos ante posibles pandemias separatistas sino los mismos ingleses quienes por años se han regido por las normas y tratados europeos que ahora tendrán que regular y negociar como una nación independiente y solitaria.

¿Tendrá el brexit algún impacto para América Latina? Vivimos en un mundo global, donde no es posible aislarse de un evento de tales magnitudes.

La región latinoamericana viene experimentando un período de desaceleración económica en los últimos años y esto añade más incertidumbre aún acerca de sus posibilidades de crecimiento.

No obstante, existen varios indicadores que invitan a un optimismo moderado.

Si nos referimos al corto plazo, las economías latinoamericanas sufrirán en mayor o menor medida la inestabilidad de los mercados financieros lidiando con una menor inversión extranjera, un incremento en el coste de los préstamos y un fortalecimiento del dólar que acarreará implicaciones negativas en países con economías o deudas referenciadas a esta moneda.

En el medio plazo los analistas prevén que los mercados acabarán estabilizándose y que los efectos de la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea, dentro de la economía regional, acabarán siendo limitados. Las estimaciones FMI van en ese sentido, ya que han modificado las expectativas de crecimiento para 2016 y 2017 a la baja para la mayoría de países y regiones, aunque no para América Latina.

Esto es debido fundamentalmente al poco peso que el Reino Unido tiene en las economías latinoamericanas. Inglaterra fue un socio económico importante para la región, pero hasta mediados del siglo pasado. Actualmente, los socios principales de América Latina son Estados Unidos, la Unión Europea con Holanda y España a la cabeza y China.

El comercio con el Reino Unido supone actualmente el 0,65% del total de las exportaciones latinoamericanas, igual que ocurre con la inversión extranjera directa, donde el flujo de capital hacia países de América Latina es pequeño.

Si no de forma directa, sí que puede afectar de forma indirecta en tanto en cuanto el brexit afecte a la economía mundial contrayendo el comercio internacional y prolongando por mayor tiempo la incertidumbre y la volatilidad de los mercados financieros.

La salida del Reino Unido de la Unión Europea exige reconfigurar los tratados referidos a la plataforma comercial. Si invocamos el artículo 50, el Reino Unido quedaría excluido de los tratados que la Unión Europea comparte con Chile, Colombia, Centroamérica, México y Perú quedando huérfano de acuerdos comerciales con ningún país latinoamericano.

El Gobierno mexicano publicó en su cuenta de Twitter el pasado 24 de junio que México reafirmaba su disposición de seguir fortaleciendo la relación con Gran Bretaña en intercambios comerciales, inversión y lazos de cooperación. En general, todos los países de América Latina desean seguir manteniendo acuerdos políticos y económicos con Gran Bretaña. Dirigentes de Uruguay y Argentina ya han manifestado su preocupación por las posibles complicaciones en las negociaciones que se están llevando a cabo entre el bloque del Viejo Continente y el Mercosur. En general, se observa preocupación y cierto recelo y también una tendencia al aislamiento no solo en Europa sino también en los Estados Unidos.

A nivel local, las autoridades señalaron recientemente que el efecto del brexit en Panamá sería solo en el tema comercial que mantiene nuestro país con el Reino Unido, a través del tratado que los países centroamericanos, incluyendo Panamá, mantienen con la UE.

Sin embargo, expertos destacan que los efectos podrían ser mayores, sobre todo, en el tema de la inversión extranjera directa de este país en Panamá. El tiempo y los futuros acuerdos bilaterales que se deberán negociar darán la razón a unos u otros.

El brexit ha supuesto un duro golpe a la Unión Europea y a los países que la conforman, pero cabe pensar que el proyecto integrador europeo es lo suficientemente fuerte como para superar esta crisis, aunque es evidente que el éxito no debe darse por sentado. Será necesario el compromiso de todo el continente para seguir creciendo en esa dirección en lugar de debilitar el proceso de integración. Al final, considero que Gran Bretaña lo repensará y volverá al bloque europeo, pues la unión hace la fuerza.

Ángela Merkel parece un poco preocupada con la salida de Inglaterra de la zona euro, pero de verdad ¿lo estará? En declaraciones recientes realizadas en Varsovia ha manifestado que los “ciudadanos solo aceptarán una Unión Europea que haga todo lo posible por prosperar”. Además, agregó que la salida del Reino Unido del bloque europeo podría suponer el “punto de ruptura” para la Unión Europea.

Es cierto que Gran Bretaña nunca quiso formar parte de esta unión, pues desde sus inicios siempre puso traspiés e impedimentos con el fin de sacar la mejor ventaja a los tratados que regulaban este matrimonio. Ahora, abanicados con vientos autonómicos, de nacionalismo y de vuelta a políticas locales, permitieron realizar un referéndum no necesario ni obligatorio con resultados bastantes pronosticables que ha sumergido a ese país en una vorágine económica con posibilidades de contagios peligrosos para sus vecinos, sin perjuicio de que el brexit pueda ser interpretado como un fracaso en los modelos de integración regionales provocando el regreso a políticas de aislamiento y proteccionistas, ya no solo en Europa sino también en América Latina. Así las cosas, la canciller Merkel sí tiene razones para alarmarse.

Sin embargo, los que tienen mayores problemas inmediatos no son los europeos ante posibles pandemias separatistas sino los mismos ingleses quienes por años se han regido por las normas y tratados europeos que ahora tendrán que regular y negociar como una nación independiente y solitaria.

¿Tendrá el brexit algún impacto para América Latina? Vivimos en un mundo global, donde no es posible aislarse de un evento de tales magnitudes.

La región latinoamericana viene experimentando un período de desaceleración económica en los últimos años y esto añade más incertidumbre aún acerca de sus posibilidades de crecimiento.

No obstante, existen varios indicadores que invitan a un optimismo moderado.

Si nos referimos al corto plazo, las economías latinoamericanas sufrirán en mayor o menor medida la inestabilidad de los mercados financieros lidiando con una menor inversión extranjera, un incremento en el coste de los préstamos y un fortalecimiento del dólar que acarreará implicaciones negativas en países con economías o deudas referenciadas a esta moneda.

En el medio plazo los analistas prevén que los mercados acabarán estabilizándose y que los efectos de la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea, dentro de la economía regional, acabarán siendo limitados. Las estimaciones FMI van en ese sentido, ya que han modificado las expectativas de crecimiento para 2016 y 2017 a la baja para la mayoría de países y regiones, aunque no para América Latina.

Esto es debido fundamentalmente al poco peso que el Reino Unido tiene en las economías latinoamericanas. Inglaterra fue un socio económico importante para la región, pero hasta mediados del siglo pasado. Actualmente, los socios principales de América Latina son Estados Unidos, la Unión Europea con Holanda y España a la cabeza y China.

El comercio con el Reino Unido supone actualmente el 0,65% del total de las exportaciones latinoamericanas, igual que ocurre con la inversión extranjera directa, donde el flujo de capital hacia países de América Latina es pequeño.

Si no de forma directa, sí que puede afectar de forma indirecta en tanto en cuanto el brexit afecte a la economía mundial contrayendo el comercio internacional y prolongando por mayor tiempo la incertidumbre y la volatilidad de los mercados financieros.

La salida del Reino Unido de la Unión Europea exige reconfigurar los tratados referidos a la plataforma comercial. Si invocamos el artículo 50, el Reino Unido quedaría excluido de los tratados que la Unión Europea comparte con Chile, Colombia, Centroamérica, México y Perú quedando huérfano de acuerdos comerciales con ningún país latinoamericano.

El Gobierno mexicano publicó en su cuenta de Twitter el pasado 24 de junio que México reafirmaba su disposición de seguir fortaleciendo la relación con Gran Bretaña en intercambios comerciales, inversión y lazos de cooperación. En general, todos los países de América Latina desean seguir manteniendo acuerdos políticos y económicos con Gran Bretaña. Dirigentes de Uruguay y Argentina ya han manifestado su preocupación por las posibles complicaciones en las negociaciones que se están llevando a cabo entre el bloque del Viejo Continente y el Mercosur. En general, se observa preocupación y cierto recelo y también una tendencia al aislamiento no solo en Europa sino también en los Estados Unidos.

A nivel local, las autoridades señalaron recientemente que el efecto del brexit en Panamá sería solo en el tema comercial que mantiene nuestro país con el Reino Unido, a través del tratado que los países centroamericanos, incluyendo Panamá, mantienen con la UE.

Sin embargo, expertos destacan que los efectos podrían ser mayores, sobre todo, en el tema de la inversión extranjera directa de este país en Panamá. El tiempo y los futuros acuerdos bilaterales que se deberán negociar darán la razón a unos u otros.

El brexit ha supuesto un duro golpe a la Unión Europea y a los países que la conforman, pero cabe pensar que el proyecto integrador europeo es lo suficientemente fuerte como para superar esta crisis, aunque es evidente que el éxito no debe darse por sentado. Será necesario el compromiso de todo el continente para seguir creciendo en esa dirección en lugar de debilitar el proceso de integración. Al final, considero que Gran Bretaña lo repensará y volverá al bloque europeo, pues la unión hace la fuerza.

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